Óxido de magnesio

Debido a la mayor afinidad del magnesio (Mg) por el oxígeno (O) en comparación con el aluminio (Al), el MgO presenta una resistencia química superior a la de la alúmina, lo que lo hace inerte frente a metales, escorias y compuestos superconductores. Los crisoles de MgO se utilizan ampliamente como contenedores en diversas aplicaciones, como la electrólisis de sales fundidas a alta temperatura, la fundición de metales y la contención y procesamiento de escorias.

Además de sus aplicaciones en las industrias metalúrgica y química, el MgO está ganando popularidad en la industria nuclear. Tanto el Mg como el O tienen secciones transversales neutrónicas muy bajas, por lo que el MgO es una opción excelente debido a su absorción neutrónica extraordinariamente baja. Además, su razonable capacidad de moderación neutrónica y su comportamiento a altas temperaturas hacen del MgO un buen candidato para su uso en aplicaciones nucleares.

El MgO es apreciado como material refractario, es decir, un sólido física y químicamente estable a altas temperaturas. Tiene dos atributos útiles: una conductividad térmica aceptable y una conductividad eléctrica baja". El mayor consumidor mundial de magnesia es, con diferencia, la industria de los refractarios, que en 2004 consumió unas 56 % de la magnesia de Estados Unidos; las 44 % restantes se utilizaron en aplicaciones agrícolas, químicas, de construcción, medioambientales y otras aplicaciones industriales". El MgO se utiliza como material refractario básico para crisoles.

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